martes, 1 de febrero de 2011

Un mundo mágico de sueños incomprendidos



Dime donde en este enorme mundo se puede hallar una amistad sin envidias, en un mundo de vanidad, donde se mezcla la ignorancia con la intolerancia, y el orgullo vano forma parte de la vida cotidiana. A pesar de todo ello, pude hallar en él una libertad tan acertada que adivino en ella cada pensamiento que florece bajo un manto de estrellas en un cielo frio y oscuro. Y es que la noche nos pide una tregua para quien galopa con extrema elegancia verdes prados o playas desiertas durante horas de reloj, descanse con una paz interior, que nunca nadie adivinara. 
Y no existe nada más poderoso que el hallazgo en un mundo mágico de ensueños de naturaleza maravilla y sublime, en el cual vivimos junto a ellos, nuestros bellos caballos. 

Un mundo de nobleza y tolerancia, donde se mezcla el amor con la ternura y la belleza con la paciencia, la gentileza con la inteligencia. Donde un fuerte espíritu se une a tu propio sentir, desbocándose  hacia tu interior para unir tú alma a un enorme placer de evasión y libertad. Un mundo que ni las más acertadas rimas o liricas puedan describir y explicar. Es pura pasión, poesía de mis adentros.
Hay un abismo en todo ello, y es más o menos profundo cuando realmente tropieces en esta vida, con personas, que dado a su grado de nobleza, comparten y viven tu afición y forma de vida. Es entonces cuando la amistad se manifiesta en un abrazo eterno que vive en la ilusión de cada nuevo encuentro de poder sentir todo ello y vivir cada segundo de la libertad tan acertada y deseada.

Esa magia pone en mi vida la esencia misma de la amistad, la confianza y la pura alegría desenfrenada. Un amanecer, una promesa. La encarnación de todos los sueños y esperanzas del futuro, los recuerdos del pasado, y la pura alegría del momento.

Perfilo con pluma fina las palabras que arrebaté ayer de aquellos labios, cuales con un oleaje cabreado chocaba con las rocas mientras nos abría paso al escenario. El corazón se pierde una vez más ante los deseos que alimentan nuestros sueños. Espacio misterioso. Surge une melodía bajo el hechizo mágico del amor que sentimos por los caballos. Mis anhelos, mis preguntas terminan con mis miedos y angustias. Fiel impulso de la razón.  Dialogo que encumbe con dulces besos la atracción que nuestros brazos buscan por nuestra afición. La soledad se hace compartida. Hay un afán, un lúdico encanto de actuar a vivir. Las fantasías enardecen. Encuentros a tiempo que florecen y relucen, se mecen y cultivan la espera.  
Las hadas seductoras se emancipan al fragor de la batalla sudada. Se abre una estrella fugaz ante el firmamento estelar y abre paso al enorme vacío claro del cielo nocturno.
Ambiente temblante al ruido de los cascos de aquellos dos corceles que mueven sus cascos en soneto de lirica. Nuevamente se deslizan las horas sin sentirlas. Las agujas del reloj no nos dan tregua, y llega el fin de otro encuentro mágico. Mi alma se devoraba ante el deseo reprimido de pintar y plasmar, en un lienzo de ensueño junto a las orillas del rio, el encanto que vivo en mágicas trazadas. 
Pincelada tras pincelada me doy cuenta que existe una magia real en el mundo del caballo. Espectáculo a compas del latir de nuestros corazones. Conexión y unión ante el escenario diario de una doma natural. Entregarse, fundirse, conectarse. Nuevas experiencias que nacen en mente y alma tras una estampida en campo abierto. Y es ahora, cuando dedico mis letras a aquellos humildes ojos  que bajo su propio miedo no quisieron que me distanciara de su mundo, y con una honestidad y nobleza que acalló el ambiente, me explicó que la distancia forma parte del presente, y es un secreto que guardamos en silencio.

Pero a pesar de ello, quiero que sepa, que aunque vivamos en mundos separados por un abismo, estaré siempre presente a tan solo un pensamiento de su mente, y un latir de su corazón. A pesar de las playas desertadas que nos separen, captare en un instante el sentimiento que nace oculto bajo su piel. Y me entregare a su alma, para vivir esta amistad y florecerla al máximo para poder nacer en un único pensamiento a través de sus ojos.

Sus labios son puerta de mis desvelos. En mi sustento anhelado dejaré un lugar en su piel, el deseo de encontrarnos quizás mañana. Un anhelo que vive en eternidad. Amistad manifestada en un abrazo, un beso. La alegría compartida en una sonrisa. La ilusión de volver a un nuevo encuentro. Muero en vida al filo de la locura y el precipicio. Y me entrego en un mundo lleno de aventuras, galopando hacia mis sueños, donde el destino me repara mis deseos.
Lucharé por seguir viviendo en este oasis; mi mundo perfecto, donde no existe maldad ni angustias, ni guerras ni lágrimas amargas. Una simple unión donde mi mundo se convierte en cada segundo del sentir y se desboca hacia paraísos eternos en mis sueños perfectos…..
 El motivo por el que nunca renunciaría en la vida !